Disfrutar de un Slow Yachting a bordo de un barco emblemático como el Menorquin 160, visitando la costa acantilada esculpida por
el pasar del tiempo.
Descubrir pequeñas calas de aguas cristalinas y torres de vigilancia que alertaban del inminente ataque del Pirata Turco, o el mausoleo del Gobernador Romano.
Bañarse en la isla que un gigante posó frente a la costa, donde los peces no tienen vergüenza y casi quieren comer de tu mano. Y poder degustar un maravilloso almuerzo preparado por uno de los más prestigiosos restaurantes de la zona (bajo demanda).
Atardeceres románticos, viendo un puesta de sol impregnada de ocres y azules que te harán relajarte aún más si cabe.
Todo ello bajo el cuidado y atención de profesionales expertos en hacer de un día de mar, una experiencia inolvidable.
Elija su ruta y estaremos encantados de asesorarle.